ÁNGEL DE LA GRACIA
(Dona gracia)
Gracia
La belleza del acto
de dar,
Grandiosa, espontánea y libre,
Desde la profundidad
de tu corazón,
Es la función del
rayo rojo rubí dorado,
Al que sirvo.
Yo te muestro los
tesoros de lo divino,
Que habitan en cada
uno de nosotros.
Aprende a
Alegrarte por la
suerte de los demás.
A Entregarte a ti mismo, a repartir, a ser activo.
El reconocimiento de
que tú ayuda
Pues ser muy importante y tienes su repercusión.
Comunícate, comparte tu amor
Tu amistad, tu confianza,
Y se te devolverá
multiplicado por mil.
A través de mi, ser servidor del Sexto Rayo,
Tú experimentas la
gracia de la luz divina.
Permítete que te
irradie.
Trasfondo
El ángel de la gracia,
Dona Gracia, también conocido en algunas escuelas como Aurora, sirve al lado del Arcángel Uriel, el sexto rayo rojo rubí y dorado. En el último
milenio se sustraían a las miradas de
las personas, pero actuaba en aquellas que usaban la Misericordia en lugar de la
dureza. Era una fuerza celestial oculta, que se presenta de nuevo en toda su
belleza, magnitud y grandeza. Ayuda a los hombres en su
desarrollo a abrirse camino hacia la luz interna.
Dona Gracia te muestra
cómo puedes transformar el dolor y la
escasez en riqueza y belleza. Como una perla del océano, que parte de un grano de arena en el interior de
un molusco, que capa a capa transformar la dolorosa resistencia en belleza
pura y original. El mensaje de Dona Gracia es que podemos alcanzar la luz pasando por la
transformación del dolor. De este modo generamos belleza y perfección y
despertamos de nuevo en Dios. En Dona Gracia hallamos la indicación de que hemos olvidado el acuerdo al
que llegamos con la fuerza divina que
residen nuestro interior y que consistía en “proteger a todos los seres vivos, muy especialmente aquellos que se colocan por
debajo de nuestro desarrollo, y
contribuir a ello a través de nuestra verdadera grandeza”. Nos conduce de nuevo
a nuestra verdadera posibilidades. De este modo experimentamos la fuerza
poderosa de la gracia divina.
Significado de la carta
Una vez te alcanza la
melodía de Dona Gracia, despertaran en
tu corazón la verdadera fuerza que allí habitan. Intenta satisfacer en el exterior tu necesidad de amor, suerte, felicidad y recogimiento. Mientras que las hagas depender de otros, estarás expuesto a los antojos y defectos de los demás, que de nuevo esperan de ti y de otros que se
vean satisfechas sus necesidades. De esta manera te encuentras en un círculo
vicioso de carencia y robo de energía, pues nadie tendrá suficiente para cubrir
tus necesidades. Cualquier persona aspira a ser feliz en su vida. Dona Gracias
te invita a ver a través de su ángulo
visual de tu verdadera grandeza. En ti duermen toda las fuerzas que buscas y
qué esperas obtener inútilmente en el
exterior. Si quieres, puedes querer a
cualquier persona en cada momento,
aceptarla y ofrecerle tu amistad, sin condiciones y de forma espontánea. Tú
puedes ceder en lugar de a agarrar, dar
en lugar de tomar y dirigirte cada segundo de tu vida a la fuerza
divina.
¡La elección es tuya!
Comienza a examinar tus
sublimes fuerzas latentes. Sin anhelas el recogimiento, primero ofrécetelo a ti mismo antes de esperarlo de
los demás. Si quieres alegría en la vida, alégrate. Las fuerzas de tu interior te
proporcionan libertad
¡Dedícate a ello!
Libérate del viejo
mundo de la Dependencia y de la escasez, dirígete a tu nuevo mundo. Independientemente
de lo difícil que a veces puede parecer liberarse de los viejos conceptos o estereotipos, vale la pena seguir el camino. Dona Gracia te
acompañara con todo su amor en este
proceso de transformación.
¿Qué es la gracia, la
gracia de Dios?
La gracia puede
describirse como un regalo inmerecido. Es una sensación y no es un estado
intelectual. A través de nuestro pequeño ángulo visual actúa como una sorpresa
repentina. Estamos esperando algo y aparece algo totalmente distinto, mejor,
algo lleno de amor. Desde la óptica de nuestra verdadera grandeza, es la señal de que estamos en el camino hacia
la luz divina. Así, por ejemplo, hemos aprendido a ser más caritativos y
moderados con nosotros mismos y con los demás. entonces esto se interpreta como una sensación
de profundo amor por la vida y la gratitud.
Dona Gracia te dice:
La belleza, el amor y la paz, que tú sientes que envuelve a otras personas, la llevas en tu ser.
Ritual
La fuerza de la Gracia
Búscate un sitio y tómate tu tiempo, créate un ambiente agradable y pon tu música
favorita. Empieza a relajarte. Respira profundamente y recorre mentalmente tu
cuerpo. Relaja la cabeza, los hombros, espalda,
las piernas, los pies y los
brazos.
Ríete. Alégrate a
través de tu sonrisa, por tener tiempo
para mirar en tu interior. Deja que te
sientas feliz y libre. Ahora es el momento para ocuparte del sentido de la
gracia. Rememora el momento en el que experiméntate la gracia, el sentido del agradecimiento profundo, el momento en el que una situación discurrió de una forma distinta y mejor sin tu
intervención. Deja que el sentimiento se fortalezca en ti.
¡Ahora está en ti!
Imagínate la gracia y
la alegría en tu existencia. Cómo te ríes. Como ríen otros contigo, cómo se alegran de la
comprensión y del amor qué parte de ti. Disfruta esta sensación todo el tiempo
que quieras. Que sepas, independientemente del camino que dejase detrás
de ti.
Intenta sonreír y sé amable de ahora en adelante, intenta que fluya la alegría de tu interior.
Deja que imperen la ternura y la fuerza del corazón en lugar de la crudeza y
del miedo. Intenta dar a los demás aquello que tú buscas desesperadamente.
Lleva un diario en el que consigne los
cambios.
Oración
Fuerza sagrada
Cuídame. Dirígeme con
tu ternura y bondad.
Deja que impide
impere la gracia y que reconozca las ofrendas de lo divino.
Muéstrame la belleza
de dar, la alegría por la felicidad del
prójimo,
La verdadera amistad
con la vida.
Enséñame a utilizar
las fuerzas del amor en la existencia diaria.
Que así sea.
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El.alquimista.de.la.noche@gmail.com