martes, 9 de agosto de 2016

LA MEDICINA ANIMAL "carta para la 32 semana del 2016"

expr:id='"post-body-" + data:post.id' expr:itemprop='(data:blog.metaDescription ? "" : "description ") + "articleBody"'>
40
EL DELFÍN
El Maná
(La fuerza de la vida)

Delfín …
Respira conmigo
El alimento divino.
Que maná del universo
Y nos entrelazaremos juntos.




El delfín nos habla de la respiración de la vida, lo único de lo que los humanos no pueden prescindir más que dúrate unos minutos. Podemos vivir sin agua y alimentos durante días, pero el oxigeno es la base de nuestra subsistencia. En la respiración encontramos el ritmo de la energía que emite todas las formas de vida. Al cambiar la velocidad o el ritmo de la respiración podemos conectar con cualquier otra criatura o forma de vida. Esta es una forma muy sencilla de conectar con la divina energía procedente del Gran Espíritu y de nuestros propios ritmos personales.
El delfín es el guardián de la sagrada respiración de la vida, y nos enseña la manera de liberar emociones a través de la respiración, la respiración del delfín. Este mamífero acuático establece el ritmo, nada por el agua y toma aire antes de sumergirse, después aguantan la respiración mientras se desplaza por el agua. Cuando emerge de nuevo, expele el aire de un modo que recuerda un tapón de corcho cuando sale despedido. Nosotros podemos utilizar esa misma técnica para quietar el tapón de nuestras tensiones y poder relajarnos totalmente. Este es un buen ejercicio antes de entrar en el silencio.
El Maná es la fuerza vital. Está presente en cada átomo y es la esencia del Gran Espíritu. El delfín nos enseña cómo usar el maná de la vida por medio de nuestra respiración. El Maná revitaliza cada célula y cada órgano, rompe los límites y las dimensiones de la realidad física, para que podamos entrar en el tiempo del sueño.
 Un día el delfín se hallaba recorriendo los océanos, mientras la abuela luna urdía los patrones de las mareas. La abuela luna le pidió que aprendiese sus ritmos, para que pudiera abrir su lado femenino a su luz dorada. El empezó a nadar al ritmo de las mareas, y aprendió a respirar de otra manera. Al tanto usar ese nuevo ritmo, pudo entrar en el tiempo del sueño. Esa realidad era distinta de los mares que había conocido.
El delfín descubrió ciudades sumergidas en el tiempo del sueño, y se le concedió el don de la lengua primordial. Este nuevo lenguaje era un lenguaje sonoro que había traído la araña de la Gran Nación Estelar. El delfín aprendió que toda comunicación consistía en pautas y ritmos;  que el sonido iba a constituir la nueva manera a través de la cual comunicarse.
El Delfín  volvió al Océano de la Gran Madre y estuvo en el muy triste, hasta que se le acerco la ballena y le dijo al delfín que podría volver a ser un mensajero de los habitantes del tiempo  del sueño siempre que sintiese el ritmo y usase la respiración. Así fue como el Delfín tubo un nuevo trabajo: el de ser el portador de los mensajes. Los habitantes del tiempo del sueño tenían curiosidad por los hijos de la tierra y querían que creciéramos para que llegásemos a ser uno con el Gran Espíritu. El Delfín seria el vínculo con ellos.

Si el Delfín se ha acercado hoy, levantando la espuma entre las olas, debe ser el camino hacia alguna solución para los hijos de la tierra. Puede que sea un momento en que tengas que conectar con el Gran Espíritu para traer respuestas a tus propias preguntas o a las de lo demás. Esto puede significar un tiempo de comunicación con los ritmos de la naturaleza. Se te avisa de que tomes conciencia de los ritmos de tu cuerpo y de los patrones energéticos. Imita al Delfín y surca las olas de la risa, propagando la alegría por el mundo. Respira y experimenta este Maná, fuerza vital,  que se te da con tanta generosidad. Rompe las barreras que te encuentres y conéctate con el Tiempo del Sueño o con la Gran Nación Estelas. Se consciente de que todos somos seres completos a los ojos del Uno Eterno. 
Josan El Alquimista

No hay comentarios:

Publicar un comentario