miércoles, 23 de marzo de 2011

COMO SER CONCIENTE DE NUESTRO PODER ENERGETICO

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EL PODER PERSONAL
Para hacer cualquiera petición  tenemos que saber con toda certeza que podemos actuar como un imán para atraer todo lo que deseamos  cuando lo necesitemos.
Si todavía no te lo crees, aquí te pondré tres ejercicios que están diseñados para demostrarte que en realidad tu eres una reserva de energía desaprovechada. Por suerte, estos ejercicios servirán para reforzar tu confianza cada vez que quieras hacer una petición.
EL PODER DE LAS PALMAS DE LAS MANOS

Las palmas de las manos son centros de energía natural a través de los cuales tu  puede dirigir la energía hacia donde te lo propongas. Mantén las manos delante del cuerpo a una distancia aproximada de treinta centímetros, con las palmas enfrentadas. Cierre los ojos para favorecer la concentración y centra la atención en el espacio que queda entre sus palmas. Entre ellas hay un campo de energía de baja intensidad similar a la de dos polos opuestos de un imán puestos uno frente al otro. Como los imanes, las palmas de tus manos pueden atraer o repeler otras energías dependiendo de cómo las ponga a trabajar.
Sin abrir los ojos, junta lentamente las manos y comience a frotarte las palmas vigorosamente una contra la otra. Siente el calor que generan. Este calor nace de la energía que está creando.
Al cabo de uno o dos minutos, vuelve a separar las manos. Ahora concéntrate en la sensación que pasa entre ellas cuando vuelve a acercarlas lentamente. ¿Puede sentir la resistencia que ofrece una a la otra? Estás sintiendo la expansión del campo energético que has creado proyectando hacia fuera desde tus palmas. Ha creado una tenue barrera natural a la energía de la otra mano. Antes de dar por terminado el ejercicio, coloca las manos sobre el suelo, ordenando mentalmente que la energía excedente que hemos generado  salga de tus manos  hacia la tierra. Nunca deberás permitir que la energía mágica no utilizada permanezca en ti o vaya a la deriva hacia algún otro lugar. Ésta energía hay que aprovecharla ya que todos estamos necesitados de ella. De no hacerlo y quedándonos con la energía sobrante en nuestro cuerpo puede provocarnos mucho cansancio, angustia y mal humor.
EL OMBLIGO Y EL PLEXO SOLAR

Las zonas del ombligo y del plexo solar son importantes, dos de los siete centros básicos de poder que se alinean a lo largo del cuerpo. Estos centros fueron descubiertos hace muchos siglos en la India, y desde entonces han sido utilizados con éxito para equilibrar el cuerpo y recibir impresiones psíquicas.
El chakra del ombligo, localizado justo debajo del mismo, es uno de los chakras más poderosos en el cuerpo de la mujer. Los hombres tienden a trabajar mejor con el plexo solar, la zona a mitad de camino entre la parte inferior del esternón y la parte superior del ombligo. Con los ojos cerrados para favorecerte  la concentración, lleva las manos delante de su cuerpo desnudo con las palmas enfrentadas a la zona del chakra adecuado. Manten las manos a una distancia mínima de unos treinta centímetros respecto al cuerpo y centra tu atención mental en esa zona.
Cuando estés preparado, lleve las manos hacia la zona del chakra y comience a masajear la zona  en  pequeños círculos con ambas palmas. Hay que despertar conscientemente ese centro de energía. Al cabo de unos minutos, aparta las manos. Haz una respiración profunda y luego vuelva a llevarlas lentamente hacia la zona del chakra. Deberías sentir la presión de la energía despertada empujando contra tus manos.
Puesto que los chakras son centros de energía mayores que los de tus palmas, puedes jugar durante más tiempo con la energía que generaste antes de que se comience a dispersarse. Este es un buen momento para practicar la contracción y expansión de la energía, succionándola mentalmente hacia el chakra como una pelota tensa y luego expándiendola delante por tu cuerpo a unos veinticinco o treinta centímetros de distancia. Pruebe esto varias veces, utilizando la mente para dirigir el proceso. Puede emplear las palmas para contribuir a empujar la energía hacia adentro y hacia afuera y también para ayudar a valorar su éxito.
Como se sugirió en el primer ejercicio, antes de darlo por terminado coloca  ambas palmas planas sobre el suelo y expulsa mentalmente la energía excedente que has generado.
EL EXAMEN DE LA LLAMA DE LA VELA

Encienda una vela y colócala sobre una mesa u otra superficie plana, donde no haya ninguna probabilidad de que le afecte una corriente de aire. También deberás cerrar las ventanas, apagar los ventiladores, los acondicionadores de aire y los calefactores para evitar las corrientes de aire en el interior de la habitación.
Ponte de pie delante de la llama y con los ojos abiertos, ordena a tu propia energía que se fundan con la de la llama. Esto puede visualizarse de la manera que prefieras. Puede visualizar tu cuerpo físico fusionándose con el de la llama ardiendo dentro de ti o una mezcla de los cuerpos de energía sutil tuyos y de la llama. Sea cual sea tu elección, Lo que tienes que  estar muy concentrado con la llama de la vela para poderla manipular sin contacto físico.
Cuando sientas que has establecido una conexión, ordena mentalmente a la llama de la vela que se mueva. Trata de visualizar como una corriente continua de energía que va desde tus manos a la llama. También podría probar de  visualizar la  energía como saliendo de la boca.
A menos que estén a punto de declararse la octava maravilla del mundo, no esperes que la llama se ponga a bailar para ti. Con la práctica observará una ligera oscilación de la llama en respuesta de su orden. Si ha eliminado todas las demás fuentes de corriente de aire y logra que la llama se mueva al menos la mitad de las veces que lo intenta, considera tu experimento como un éxito.

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