miércoles, 8 de enero de 2014

AGENDA 2014

expr:id='"post-body-" + data:post.id' expr:itemprop='(data:blog.metaDescription ? "" : "description ") + "articleBody"'>

Un gato en casa

El gato es el compañero por excelencia de las brujas en las tradiciones occidentales. Durante mucho tiempo, su intensa mirada, sus movimientos silenciosos y sus percepciones psí­quicas inspiraron la espiritualidad y la magia de los seres humanos. Muchas brujas modernas comparten su hogar con compañeros felinos.

A muchos gatos domésticos les gusta estar con sus amos en rituales por pura curiosidad y compañerismo. Algunos también prestan sus energías a los hechizos mágicos y pueden advertir a sus propietarios de la presencia de espíritus. No todos los gatos son espíritus que nos protegen, pero podemos aprender muchas cosas de cualquier garito. Sus famosas siestecitas nos recuerdan que debemos descansar, mientras que su mezcla de independencia y socialización supone un buen equilibrio entre el tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos y el que pasamos con los demás. En muchas culturas consideran que los gatos dan buena suerte, y un gato en un hogar es bueno tanto para el felino como para los humanos que residen allí (¡suponiendo que ninguno de ellos tenga alergias!). Podemos introducir un poco de pelo de gato en una bolsa de amuletos para fomen­tar la armonía, la tranquilidad o la inventiva. Las deidades felinas muchas veces se relacionan con la magia, la belleza y la fertilidad, aunque deberíamos acoger y recibir a cada una de ellas (como Bast o Freyja) por sus propios méritos y virtudes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario